martes, 27 de marzo de 2007

La psicología como ciencia, problema epistemológico

Uno de los problemas epistemológicos que aún se refleja en las reflexiones de los investigadores se refiere a la consideración de la psicología como ciencia. La concepción de las ciencias se ha visto identificada con el paradigma positivista. En el que se la considera como una construcción teórica cuyo fin es conceptualizar lo empírico.
Partiendo de las concepciones desarrolladas por Fernando González Rey sobre este tema consideramos, en contraposición con el paradigma positivista, que la teoría es una elaboración que le atribuye sentido a lo empírico, trascendiendo el plano de los hechos y penetrando en el de sus relaciones. En la concepción positivista se privilegia el método como elemento que garantiza captar la realidad de manera pura, excluyendo toda participación de la subjetividad del investigador como sujeto del conocimiento. Este elemento si bien podía ser incorporado en el modelo de las ciencias puras o naturales, no es pertinente extenderlo a las ciencias del hombre sobre todo porque las mismas tienen un carácter histórico, ya que la acción intelectual del científico como sujeto del conocimiento expresa la época en que vive y su posición ante el mundo por lo que se construye sobre estos elementos cosmovisivos.
“Representarse la ciencia como algo puro, es negar su carácter de proceso objetivo que, en calidad de tal, se regula por la interacción activa del hombre, portador de su condición histórica, con un objeto igualmente histórico y cambiante, integrado de forma simultánea en múltiples sistemas de relaciones de la realidad. La condición histórica del sujeto cognoscente no es una limitante para el conocimiento, sino una condición de este. ” 3
Lo anteriormente expuesto se enlaza con la cuestión de la objetividad del conocimiento científico. En contraste con la posición positivista que define la objetividad por la capacidad del método científico para descubrir la realidad de forma pura: “La objetividad se apoya en mi capacidad como sujeto cognoscente, desde una forma de organización, que es la ciencia, para que los resultados reportados por los instrumentos puedan encontrar una representación conceptual que tenga valor explicativo sobre el comportamiento del objeto”5
Una cuestión que distingue a las ciencia sociales es que no puede escapar a la intencionalidad como característica distintiva del hombre y de la sociedad. El objeto de las mismas es a la vez un sujeto productor de leyes, es decir, las regularidades sociales e individuales operan a través de un sujeto activo cuya acción modifica de forma intencional o no dichas leyes. Estas ciencias por tanto deben tener una permanente interpretación y tener en cuenta la necesidad de la interrelación de lo objetivo y lo subjetivo como cuestión que garantice progresivamente la objetividad del conocimiento científico.
“En las ciencias sociales y la psicología, el momento objetivo del conocimiento está indisolublemente relacionado con el subjetivo, pues no existen recursos metodológicos reales para lograr los niveles relativos de separación que ambos momentos han tenido en las ciencias naturales. Por el tipo de conocimientos, los aspectos ideológicos, cosmovisivos y filosóficos, forman parte necesaria de la construcción de lo particular.” 4El avance en el conocimiento del objeto de la psicología implica en cualesquiera de sus niveles, de manera explícita o implícita elementos cosmovisivos, ideológicos, filosóficos como elementos conceptuales del sujeto cognoscente. Según Fernando González Rey la psicología buscó la precisión en los métodos simplificando la complejidad de su objeto, desglozándolo en categorías que permitieron su descripción y cuantificación. Esta tendencia ha traído consigo una acumulación de datos provenientes de la investigación y de resultados contradictorios, lo que se relaciona con un insuficiente desarrollo de lo explicativo quedando espacios aún no conceptualizados

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